INJERTO OSEO

     Los dientes influyen en la estabilidad ósea ya que con la oclusión estimula el metabolismo del hueso. Una vez que perdemos las piezas dentarias los huesos maxilares inician un proceso de reabsorción y atrofia que se agudiza con el paso del tiempo. Esta condición nos deja con poca cantidad y calidad de hueso para la colocación de los implantes. Es por esta razón que muchos pacientes necesitan técnicas alternativas de injerto previo a la colocación de los implantes.

     En la actualidad tenemos la posibilidad de estimular el crecimiento de hueso. Esto nos permite no solo  colocar los implantes en un hueso lo suficientemente alto y ancho, sino también de restaurar funcionalmente y con una apariencia estética.

     El procedimiento de injerto mas común es el que realizamos en el momento de la extracción (si no existiera infección) para preservar el alto y el ancho del hueso. Es muy importante que al momento de realizar la exodoncia en un área donde colocaremos implantes hacerlo de la manera mas atraumatica posible tratando de preservar la superficie ósea que rodea el diente en las mejores condiciones. Además de realizar la exodoncia atraumatica es importante que se coloque un injerto en el alveolo (hueco) de la extracción para proveer una matriz sobre la cual el hueso crezca y se preserve la altura y el ancho óseo.

     El injerto óseo también se puede utilizar para mejorar las condiciones desfavorables del hueso en sitios donde hubo extracciones previas, enfermedad periodontal o lesiones traumáticas de larga data. Los injertos también los usamos en la zona posterior del maxilar para rellenar el seno maxilar.

     La regeneración ósea guiada es una técnica donde utilizamos membranas especiales para proteger el injerto óseo, las cuales se disuelven por debajo de la encía y nos aumenta las posibilidades de éxito del injerto. A parte de las membranas también podemos utilizar sustancias que aceleren o aumenten las probabilidades de éxito del injerto como lo son: las Proteínas Morfogeneticas Oseas (BMP) o Plasma Rico en Plaquetas (PRP) entre otras.

CAUSAS PERDIDA OSEA


     El deterioro del hueso ocurre cuando se hace la extracción de un diente y no se reemplaza. Los dientes naturales se encuentran rodeados por el hueso maxilar y lo estimulan a través de actividades como la masticación o la succión. Cuando estos dientes se pierden, el hueso alveolar, que es la porción donde se anclan los dientes no recibe la estimulación necesaria y comienza la reabsorción. El cuerpo no “necesita” mas del hueso maxilar por la falta de dientes y se atrofia.

     La tasa de deterioro óseo, así como la cantidad de hueso que se pierde varía mucho entre los pacientes. Sin embargo la pérdida más grande ocurre durante los primeros 18 meses después de la extracción y continúa a lo largo de toda la vida.

     La enfermedad periodontal es una infección que destruye gradualmente el tejido de soporte dentario. Esta enfermedad puede afectar a varios tejidos de soporte: hueso alveolar, ligamento periodontal, cemento o encía. La causa principal de esta patología es la inflamación inducida por la placa y las podemos dividir en dos categorías: gingiviti o periodontitis. La gingivitis es la menos complicada de las patologías periodontales y puede que nunca progrese a periodontitis, sin embargo la periodontitis siempre esta precedida por la gingivitis en pacientes susceptibles.

     La periodontitis es producida por las bacterias de la placa que se adhieren a la superficie dentaria aunado a una respuesta inmune agresiva por parte del paciente. Si la gingivitis progresa a periodontitis, los tejidos blandos y duros que soportan el diente se deterioran y la pérdida progresiva del hueso puede llevar a la perdida de la pieza dentaria

PRESERVACION ALVEOLAR


     El injerto alveolar es un procedimiento común el cual realizamos después de una exodoncia para ayudarnos a recrear el contorno natural de la encía y el hueso los cuales son alterados después de la extracción.

    El alveolo maxilar esta formado por el hueso que rodea las raíces de los dientes. Cuando extraemos el diente queda un espacio vacío en el alveolo. En la mayoría de los casos ese alveolo cicatrizara por sus propios medios gracias al coagulo sanguíneo. Algunas veces el hueso alveolar se puede fracturar durante la extracción y es incapaz de cicatrizar por si solo, en este caso puede darse una reabsorción de la zona.

     El injerto para rellenar el alveolo no es absolutamente necesario, pero puede ser requerido para la colocación futura de un implante o por razones estéticas. Los implantes dentales requieren estructura ósea para soportar su estructura y este procedimiento de injerto nos puede ayudar a reconstruir el hueso para que pueda recibir el implante.

     El injerto alveolar se realiza colocando el material de injerto en el alveolo. Generalmente se hace de forma inmediata después de la exodoncia para evitar la necesidad de un segundo acto quirúrgico. Una vez colocado el injerto se procede a la sutura hermética de los tejidos blandos. En algunos casos utilizamos una prótesis provisional que evita que las fuerzas oclusales choquen en la zona del injerto y pueda mantenerse estable hasta su integración con el hueso.



ELEVACION SENO MAXILAR


     Los senos maxilares se encuentran ubicados en la parte posterior de los maxilares, por encima de los molares. Los senos maxilares son cavidades aéreas vacías. En algunos casos las raíces de los molares se extienden dentro del seno, cuando realizamos las exodoncias de estas piezas nos encontramos con una pequeña pared ósea que separa del seno maxilar de la cavidad bucal. Los implantes dentales necesitan de hueso y cuando la pared del seno maxilar es muy delgada es necesario el uso de un injerto.

     La solución para estos casos es un procedimiento llamado elevación de seno maxilar. Durante la cirugía entramos al seno maxilar, la membrana sinusal se levanta y el injerto óseo se coloca en el piso del seno maxilar. Luego de varios meses de cicatrización, el injerto se convierte en parte del hueso maxilar y los implantes pueden ser colocados de una manera estable en este hueso nuevo del seno.

     Esta técnica de injerto de seno maxilar ha sido una solución para muchos pacientes que anteriormente no tenían opción de rehabilitación


    Si existe suficiente hueso entre el reborde alveolar y el piso del seno maxilar como para estabilizar el implante, se puede realizar la colocación del injerto y del implante en el mismo acto quirúrgico. Si la cantidad de hueso no es suficiente deberemos realizar la elevación de seno primero y luego de unos meses en un segundo acto la colocación del implante. Una vez que el injerto esta “maduro” los implantes pueden ser colocados.



EXPANSION ALVEOLAR


     En algunos casos el reborde reabsorbido necesita la colocación del injerto para incrementar el ancho y/o altura. Existen diferentes procedimientos que nos permiten literalmente realizar expansión maxilar por procedimientos mecánicos (osteotomos, distracción entre otros) los cuales son necesarios para ciertos casos.

LA CLAVE PARA LOGRAR UNA RESTAURACION IMPLANTOLOGICA EXITOSA Y DE LARGO PLAZO ES TENER UN HUESO ADECUADO DONDE ANCLAR LOS IMPLANTES